A veces nuestros sueños o ilusiones parecen no poder pasar del Hades, acaban en el árbol de los falsos sueños, esos que únicamente nos engañan y nos hacen creer que son factibles.
¿¿Cuanto cuesta que salgan de allí?? Tú, Caronte, llevame con tu barca a buscarlos, te pagaré con un óbolo el viaje de ida, para el regreso...quien sabe, quizá Prosérpina, tú aquella que sale cada seis meses de este maldito inframundo, te apiades de mi alma y me deje regresar.
¡Por todos los dioses! ¿Qué es aquello que logro atisbar? ¿Es acaso mi final?
No, no puede ser...¡¡¡¡¡¡¡quiero respirar!!!!!!!
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